Donaciones: generosidad y agradecimiento

donaciones, generosidadEl pasado miércoles 1 de junio se celebró el Día Nacional del Donante. Un día que podríamos llamar el Día Nacional de la Generosidad o el Día Nacional del Agradecimiento. Porque son esos dos conceptos los que nos trasmite una donación ¿no os parece? Cada año, este día me siento orgulloso, feliz y motivado por las personas que componen este país. Y cada año, también, me vuelvo a sorprender porque la generosidad de esas personas que ante la pérdida de un ser querido eligen que se marche regalando vida, va en aumento.

El miércoles el director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, dio unas cifras que esconden algo bello, muy bello:

Aumentan en un 11% las donaciones de órganos en lo que llevamos de año respecto a 2015.

-Cien personas se hacen cada día donantes de médula.

-El 85% de las familias de un posible donante acepta la donación.

¿No es fantástico? Detrás de cada donación de órganos, detrás de cada ‘Sí’ de esos familiares rotos por el dolor de una pérdida, no sólo hay un acto de generosidad sino que hay una oportunidad para otra persona que está sufriendo porque padece una enfermedad crónica o cuya vida se apaga cada día mientras espera ese ‘Sí’ generoso y anónimo.

Y es fantástico comprobar cada año que somos un país lleno de personas generosas. Nuestra posición privilegiada en el ámbito de las donaciones así lo certifica. La generosidad es uno de esos valores que hace de nuestro país, un país extraordinario. ¡Y nunca me cansaré de decirlo!

Como decía en el anterior post, si quieres ser feliz, da. ¿Sabéis? La mayoría de las personas que decide donar los órganos de su ser querido experimenta algo parecido a la felicidad en un momento en el que el dolor parece que lo invade todo. Hay estudios de prestigiosas universidades americanas que confirman que al realizar un acto generoso aumentan los niveles de oxitocina, esa hormona conocida por su papel en el enamoramiento o en el vínculo entre madre e hijo. ¡Qué maravilla! ¡Además de hacer feliz a alguien, nos estamos haciendo felices a nosotros mismos!

Pero como os he anunciado en este post también quiero hablaros de agradecimiento. Porque el 1 de junio, también debería ser el Día Nacional del Agradecimiento. El de tantas personas que al recibir ese órgano recuperan la esperanza de vivir, personas a las que esa donación les va a permitir llevar una vida normal, sin la esclavitud de pesados tratamientos, en ocasiones dolorosos… ¡Hay tanto agradecimiento en ellos! Y se trata de un agradecimiento diario. Porque cada vez que se levantan y saludan al nuevo día recuerdan que pueden hacerlo gracias a personas que en su día dijeron ‘Sí’ a donar sus órganos o los de sus familiares.

Conozco historias preciosas de uno y otro lado. De madres y padres que han perdido a sus hijos y han donado sus órganos. Y de madres y padres que han vivido el renacer de sus hijos gracias a los órganos de esos donantes desconocidos y a los que ahora consideran parte de su familia, ¡aún sin conocerlos! Y en todos esos casos que conozco, porque me los han contado de primera mano, lo que me he encontrado siempre es a personas felices, a personas generosas y agradecidas. Por eso, cada año, el Día Nacional del Donante me gusta pensar que en nuestro país celebramos eso…el agradecimiento y la generosidad de miles de personas extraordinarias.

¿No os parece?

 

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