Gracias. Cada día hay algún mensaje, algún gesto, alguna mirada que me hace sentir muy, muy feliz. En las Redes Sociales, en el correo electrónico, al término de una conferencia o de un curso en una empresa, en la estación de tren o en el aeropuerto. Miradas de agradecimiento. Abrazos de verdad. Mensajes que me dicen que cada día ven alguno de mis vídeos antes de entrar a una reunión importante o para cargarse de energía y ponerse a estudiar una oposición o el último examen para obtener el título universitario. También recibo mensajes en los que me piden consejo, en los que me dicen que he ayudado a restablecer una relación que se había enfriado con padres, parejas, hijos, amigos…

Y os quiero dar las gracias: ¡Gracias por tanto!

La semana pasada recibí una muestra más de cariño. A mi correo electrónico llegó este mensaje:

Buenos días Luis

En la papelería de un aeropuerto con destino a Londres, encontré tu libro. Me lo leí en el vuelo de ida y en el de vuelta. 

Era un momento de mi vida, en el que lo necesitaba enormemente. 

Te escribo para darte las gracias por mi reilusión. 

Y te adjunto un cuento que escribí, tras leer tu libro. 

Ha tenido éxito en las redes sociales y creo que es la mejor forma de agradecerte que compartas con los demás, tú forma de ver la vida. 

 

Un abrazo Luis

 

Esther 

 

Este cariñoso mensaje de agradecimiento iba acompañado de un video cuento que quiero compartir con todos vosotros.

 

¿No es maravilloso? Cada día me siento más implicado en vuestros proyectos, en vuestros sueños, en vuestras decisiones… Cuando leo o escucho vuestros mensajes me siento parte de vuestra familia, de vuestros logros y de vuestros retos. Y muy satisfecho. Satisfecho porque veo crecer el movimiento que comenzamos hace ya cinco años para contagiar ilusión, para conseguir motivarnos en un momento en el que el desánimo se había instalado en muchas ciudades, en muchas calles, en muchas casas… Y cuando compartís vuestras alegrías estáis contagiando ilusión y contrarrestando el desánimo. Y me doy cuenta que reilusionarse es posible y que se contagia…que cada día somos más los que perseguimos nuestras metas con ilusión, los que nos levantamos después de una caída, los que nos vamos a dormir cansados, pero contentos… ¡satisfechos del esfuerzo realizado, del trabajo bien hecho! Y me encanta saber que este mundo está lleno de personas como vosotros…

 

¡Gracias vuestro ejemplo, gracias por cargarme las pilas cada día! ¡Gracias por tanto!