Esta semana publiqué un post en Facebook con una frase de Unamuno: “Sólo el que ensaya lo absurdo, es capaz de conquistar lo imposible”. Al hilo de esta frase uno de mis amigos de esta Red Social me pidió, por favor, que le explicara el sentido de esta frase. Eso fue lo que hice. Contarle lo que, a mi parecer, quería decir Unamuno. En pocas palabras, para mí, el significado de esta frase es que, a veces tenemos que salir de la zona de confort, probar nuevas experiencias (aunque nos parezcan fuera de toda lógica, de nuestra lógica) porque son las que nos pueden conducir a lograr la plena satisfacción, a alcanzar eso que tanto deseamos.

Dándole vueltas a esta frase y también al comentario de este amigo de Facebook pensé en escribir un post sobre lo absurdo y el éxito. ¿Puede ir ligado en ocasiones? ¡Creo que sí! Hay multitud de ejemplos de personas que apostaron por proyectos que, en principio, a la mayoría nos pueden parecer absurdos pero que lograron el éxito.

Os pondré algunos ejemplos:

–La web del millón de dólares. Un joven americano de 21 años buscaba financiación para pagarse sus estudios. Así que se le ocurrió crear una web y vender un millón de píxeles de su site a un dólar cada uno. Anuncios a un dólar hasta completar los píxeles… ¡Pagó sus estudios y algo más!

–Mascota piedra. Un hombre americano decidió solventar los problemas que sus amigos propietarios de mascotas exponían acerca de su cuidado diario creando piedras como mascotas. ¡Sí, piedras! ¿A qué parece una idea de lo más absurdo? Pues bien, este hombre se hizo millonario con la venta de piedras de río en cajas de cartón en 1975.

Pero no… no quiero decir con esto que nos dediquemos a hacer cosas absurdas sin ton ni son…lo que pretendo es que comprendamos que no todos consideramos absurdas las mismas cosas y que, a veces, es necesario arriesgar, salirse de la zona de confort y, sobre todo, aparcar el miedo a no conseguir lo esperado. Creo firmemente que si permanecemos quietos, acomodados, sin tomar riesgos…no alcanzaremos la plena satisfacción con nosotros mismos ni la auténtica felicidad.

¿Os imagináis lo que sentiría Felix Baumgartner, el paracaidista austríaco que saltó desde 39.000 metros de altura en caída libre después de haber ascendido hasta la estratosfera? ¡Pues me encantaría que experimentarais esa sensación! La sensación de haber arriesgado a pesar de los ‘peros’, de las dificultades, de las trabas iniciales y la satisfacción de haberlo logrado. ¿Os animáis?

Si es así, os doy un par de recomendaciones:

-Cree firmemente en ti mismo y en tus ideas.

-Aparca el miedo a no conseguir lo que esperas porque puede bloquearte y hacer que ni siquiera lo intentes.

¿Lo intentamos?