Con septiembre ya avanzando y con ¡seguro! vuestras agendas llenas de buenos objetivos y propósitos (personales, laborales, de salud) para este nuevo curso esta semana quiero hablaros del ‘método Kaizen’, un término japonés que traducido a nuestro idioma es algo así como ‘mejora continua’. Porque de eso se trata ¿no? ¿Qué no puedes con todo? ¿No sabes por dónde empezar? ¿Te encuentras estancado? Recuerda que cualquier viaje (largo o corto) comienza con la decisión de dar el primer paso y a partir de ahí… ¡seguid caminando!

Y como creo que el ‘método Kaizen’, un sistema utilizado tras la Segunda Guerra Mundial para reactivar la destrozada industria japonesa, puede ayudarte, te voy a acercar algunas de sus claves para que te sea muy fácil empezar a caminar y avanzar un poco cada día. ¡Porque de eso se trata! ¡De mejorar en algo cada día! ¡Por pequeño que parezca! Como dicen los japoneses seguidores del ‘Kaizen’: Hoy, mejor que ayer; mañana, mejor que hoy.

Pero la primera pregunta que debes hacerte es: ¿Qué pretendes conseguir? En definitiva, debes tener claro ¿cuál es tu objetivo, tu meta, tu sueño, tu destino en este viaje?

Si lo sabes y has tomado la decisión de intentarlo… ¡enhorabuena! ¡Ve a por ello! Y te animo a hacerlo siguiendo este método de mejora continua que te puede ayudar a no desfallecer.

Sois muchos los que, tras mis conferencias y cursos o a través de las Redes Sociales, me decís que tenéis claros vuestros objetivos, pero que os sentís estancados, bloqueados, sin un camino claro que seguir hasta llegar a la meta. ¿Habéis probado a realizar pequeñas tareas cada día? ¿A cumplir objetivos que no necesiten de mucho tiempo ni esfuerzo pero que, en definitiva, os conduzcan y os acerquen cada día un poco más a la meta? Os pondré algunos ejemplos que creo que todos entenderéis porque a casi todos nos ha pasado: Cuando el médico os insta a perder unos kilos por mejorar vuestra salud… ¿a que no os pide que bajéis cinco kilos en tres días? ¿A qué no os manda ayuno absoluto? ¡Sería una locura! ¿Se trata de reducir el número de calorías diarias e ingerir más alimentos saludables cada día a la vez que hacemos algo más de ejercicio físico del habitual? ¿A qué el primer kilo que pierdes es satisfactorio? ¡Habéis dado ese primer paso que os anima a dar el segundo y que os acerca a la siguiente meta…hasta alcanzar con estas satisfacciones el objetivo final!

¿Os cuesta aprender un nuevo idioma? ¿Os cuesta hacer ejercicio? No se trata de intentar dominar una lengua tras un mes intensivo de clases y dejarla aparcada al mes siguiente porque no puedes más de aburrimiento… ¿por qué no te fijas como objetivo aprender unas cuantas palabras y expresiones cada día? ¿Y qué tal ver un episodio de tu serie favorita en versión original para ir reconociendo palabras en otro idioma? ¿Dejas el gimnasio tras dos clases intensivas porque no puedes ni moverte? ¿Por qué no empiezas a ir al gimnasio un par de horas a la semana si quieres ponerte en forma o sales a caminar un rato cada día?

El ‘método Kaizen’ aplicado a nuestra vida personal se basa en mejorar cada día en algo y en no desfallecer, se trata de estar siempre mejorando.

¿Qué qué hace falta para seguirlo?

–Claridad en las metas u objetivos. ¿Qué quiero conseguir?

–Decisión. ¡Quiero hacerlo! ¡Estoy preparado! ¡Voy a por ello!

–Disciplina. El camino es largo, pero seguiré la ruta marcada.

–Constancia. Todos los días avanzaré, aunque sea un pequeño tramo.

–Compromiso. No dejaré de cumplir metas hasta alcanzar mi objetivo final.

¡Me encantaría que hicierais la prueba! Porque veréis que alcanzar el objetivo final es más sencillo si lo dividimos en pequeños objetivos diarios que harán que nos sintamos satisfechos por el deber cumplido y que, a la vez, nos situarán más cerca de la meta.

Y si te animas a ponerlo en práctica, sea en tu vida laboral o personal, no olvides de lo que dijo el escritor Alvin Toffler: “Piensa en cosas grandes mientras haces las pequeñas porque así las cosas pequeñas irán en la dirección correcta”.