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Paz y seguridad. Valores que te aporta un buen equipo

Paz y seguridad

Paz y seguridad. Esta semana voy a lanzaros una reflexión sobre los equipos de trabajo. ¿Qué es lo que más valoráis en un buen equipo? ¿Os habéis parado a pensar en lo importante que es la paz y la seguridad que nos proporciona contar con personas en las que podemos confiar en nuestro equipo de trabajo?

¿Cómo conseguimos ese equipo? ¿Qué podemos hacer para lograr esa armonía, esa paz y esa seguridad que tanto nos aporta y tan bien nos viene en el día a día?

Comenzaremos esta reflexión con una de las versiones del ‘Cuento del caballero y el escudero’, que he leído en varias recopilaciones de fábulas para emprendedores:

En la era medieval vivía un caballero que era famoso por sus victorias en todos los torneos en los que participaba. Al parecer, el luchador había entrenado nuevas técnicas que le daban ventaja sobre sus oponentes, hasta tal punto que su fama era la de ser invencible.

Un día, en mitad de la lucha, un golpe le rompió la armadura. La espada enemiga penetró muy hondo en el hombro del caballero. Perdió el combate, pero por suerte no perdió la vida. Sin embargo, pese al cuidado de los mejores doctores de la corte nunca pudo recuperar una movilidad suficiente para volver a combatir.

Después del desafortunado incidente, el caballero investigó lo sucedido. ¿Cómo había podido suceder? El día anterior al combate, le había pedido a su escudero que mandara arreglar un defecto en la armadura, precisamente en el sitio donde entró la espada enemiga.

En el transcurso de la investigación, descubrió que el escudero había llevado la armadura al herrero, pero había elegido el arreglo más económico pensando en la posibilidad de que el caballero le prestara el dinero que le había ahorrado. Y, por lo tanto, la reparación había sido muy superficial.

Sorprendido y muy enfadado por la decisión de su fiel escudero, el caballero le convocó para darle una oportunidad de explicarse. El hombre, muy apesadumbrado, confesó lo ocurrido. Uno de sus hijos se había puesto muy enfermo ese día. El remedio formulado por el médico era muy caro para él. Entre el sentido del deber y la supervivencia de uno de sus familiares, el ayudante había elegido a su hijo.

Entonces el caballero recordó que, en varias ocasiones, su escudero le había pedido humildemente un incremento de sus emolumentos, pero él siempre había rechazado estas peticiones, a pesar del buen trabajo de su empleado. Sus argumentos para rechazar este aumento eran que los escuderos son sirvientes y cobran una miseria ya que, después de todo, la estrategia, el riesgo y la gloria son para los caballeros.

¿Qué os parece? ¿Qué creéis que falló en el equipo que hacían el caballero y el escudero? ¡Creo que es evidente! El caballero no consideraba importante al escudero, no lo valoraba y, en un momento crucial, le falló por esa falta de reconocimiento.

Mirad, todas las personas que forman parte de un proyecto, de una empresa, de un negocio… ¡son importantes! Porque cada una de ellas es capaz de proporcionarnos aprendizajes sobre nosotros mismos, sentir la emoción de que juntos somos más fuertes, confianza para hablar de todo desde una dimensión constructiva, de proporcionarnos la sensación de paz y seguridad de un trabajo bien hecho…

Si podemos confiar en cada uno de los pilares, en todas las personas, el equipo estará en su sitio, tendremos la tranquilidad de que no nos vamos a desmoronar en cualquier momento. Por eso, es importante cuidar y atender a los miembros de nuestro equipo de trabajo. Desde el que ocupa el puesto más alto en el organigrama hasta el que hace un trabajo en la base del escalafón empresarial.

El buen líder escucha a cada uno de los miembros de su equipo, les asigna el trabajo que saben hacer y los anima a realizarlo de la mejor manera posible, les hace sentir que su función es importante y les recompensa por un trabajo bien hecho. Porque, de esta manera, tiene la seguridad de que el resultado final va a ser bueno.

Por mi experiencia en las distintas empresas en las que imparto formaciones y charlas, sé que, en las buenas empresas, en las empresas que arrojan buenos resultados, se tiene en cuenta a todas las personas, a todo el equipo de trabajo. ¡Y eso se nota! se nota en la fidelidad de todo el personal, en la disposición a realizar un trabajo fuera de hora (porque sabe que es reconocido), en la satisfacción del trabajo bien hecho, en que sienten la empresa como suya y están comprometidos con ella. Y, sobre todo, esto nos lleva a tener una mayor retención del talento que trabaja en ella. Y cuando esto se alcanza, esa excelencia en el liderazgo, ¡se alcanza también esa excelencia en la empresa!

¿Cómo reconocer a un buen líder? ¿A un líder que tenga la seguridad y la paz que proporciona un buen equipo de trabajo?

  • ¡Siempre insisto en esto! Pero es que es tan importante. El caballero del cuento no tuvo en cuenta la petición del escudero. No ahondó en sus necesidades. Simplemente dijo que no, sin pensar en por qué el escudero se veía obligado a solicitar un aumento de salario, sin ir más allá. Hay que aprender a escuchar lo que dicen y l que no dicen.
  • Practica la empatía. Cuando tengas que contar con todo el equipo, piensa cómo se sienten en el lugar que tienen asignado. Es una manera de descubrir cuáles son sus preocupaciones, qué escollos encuentran, si se sienten cómodos…
  • Hace saber públicamente que todos son importantes. De esta forma, se eliminan los egos y se contribuye al respeto entre los miembros del equipo. Se crea un orgullo de pertenencia al equipo dónde todos saben que aportan. Y lo hace saber públicamente. Siempre os digo que las cosas hay que decirlas, hay que demostrarlas…
  • Felicita por el trabajo bien hecho. ¡Y lo hace en público! Ya sabéis eso que dicen de que se corrige en privado y se felicita en público. Pues sí. Cuando hay algún problema se busca la forma de solucionarlo desde una manera proactiva y sin dañar a la persona que pueda haber tenido esa dificultad.
  • Aprende cada día. Es capaz de aprender cada día de las personas que conforman el equipo de trabajo. Porque siempre pueden enseñarnos algo nuevo -ya sea de nosotros, de ellos o del equipo- y es importante prestar atención para poder captar esas enseñanzas.

Y, con todo ello, forman un equipo de trabajo que les proporciona aprendizaje, orgullo de pertenencia, paz y seguridad…, para ocuparse de sus funciones sin pensar en si la armadura estará bien o mal arreglada. Con confianza en su equipo.

Y tú, ¿eres un buen líder? ¿Cuentas con la paz y seguridad de un buen equipo de trabajo?