Herramientas emocionales que nos hacen crecer, ¿sabes usarlas?

Herramientas emocionales. ¿Cuáles son las que te ayudan a avanzar, las que te ayudan a superar una crisis, las que te acompañan y te suavizan un duelo, las que te hacen crecer como persona? ¿Sabes utilizarlas? Se trata de contar con las herramientas emocionales que nos proporcionan seguridad, orden y la suficiente paz para seguir con nuestro camino hacia la meta y disfrutando del recorrido.
¿Te animas a crecer como persona? ¿Te animas a aprender a utilizar todas esas herramientas que ya tienes?
Para comenzar con esta reflexión he escogido un cuento de Jorge Bucay, ‘El fuego y el clarín’. ¿Lo conocéis? Es un claro ejemplo de la importancia de tener las herramientas para solucionar problemas, pero también ¡de saber cómo utilizarlas!
Cuentan que había un pueblo en el que se producían incendios con alarmante frecuencia. Los habitantes, angustiados por la situación, decidieron un día reunir una asamblea para abordar el tema.
Después de varias propuestas infructuosas, un joven dijo:
- Al otro lado del bosque hay un pueblo muy similar al nuestro. No tienen la cantidad de incendios que tenemos aquí, o por lo menos no son nunca tan devastadores. Deberíamos saber cómo hacen allí para combatirlos.
Todos estuvieron de acuerdo con la propuesta, de modo que se designó al joven para que viajara hasta allí y averiguara cómo manejaban el problema de los incendios en el otro pueblo cercano.
El joven se puso en marcha enseguida y después de unas horas de viaje a través del bosque, llegó al pueblo vecino. Al llegar, entabló conversación con varios habitantes del pueblo, a los que preguntó cómo hacían para no sufrir la devastación de los incendios como les pasaba a ellos.
- No es que aquí tengamos menos incendios que vosotros –dijo uno de los ciudadanos–. Lo que ocurre es que llegamos rápidamente a ellos y los apagamos con mucha rapidez.
- Comprendo –dijo el joven–. Pero ¿cómo hacéis para conseguirlo?
- Es bastante sencillo –dijo el hombre–: tenemos un clarín. Cuando comienza un incendio, el sonido del clarín se encarga de avisar a todo el pueblo. Así conseguimos prevenir a todos y llegar antes de que el fuego se expanda.
Al joven le pareció una muy buena idea, de modo que compró un clarín y lo llevó de vuelta a su pueblo. Una vez allí, colocó el clarín en un atril en la plaza del pueblo y proclamó a viva voz que sus problemas habían terminado, pues ahora ellos también tenían clarín, igual que en el pueblo vecino.
Sin embargo, los incendios en el pueblo siguieron causando tantos problemas como antes. No solo porque la mera presencia del clarín no apagaba incendios, sino también porque en el pueblo nadie sabía cómo hacerlo sonar.
Y tú, ¿sabes cómo hacerlo sonar?
Si me permitís, os daré algunas claves que utilizo a diario para intentar ‘hacer sonar ese clarín’ en las situaciones difíciles, para crecer emocionalmente para hacerme un poco más grande como persona:
- Escúchate. ¡Sí! Escucharnos a nosotros mismos nos permite conocernos. Saber cuáles son todos los aspectos en los que tengo que mejorar ¡y también cuáles son nuestras virtudes! Y seguir usándolas para fortalecerlas. El autoconocimiento es importante si queremos crecer. Esta ‘auto escucha’ nos permite conocernos bien. Y, sobre todo, conocer qué es lo que necesitamos, qué queremos cambiar, por qué y para qué. Saber en qué momento nos encontramos y qué hemos de hacer para mejorar, y también ¿por qué no? qué es lo que nos interesa mantener ¡porque nos gusta!
- Una vez sepamos qué queremos mantener y qué queremos cambiar. ¡Dejemos atrás el miedo al cambio, a lo desconocido, a la resistencia que se hace fuerte cuando aparece en nuestra mente la comodidad de seguir así! Cuando, además, no nos va del todo mal. Y no es necesario hacerlo de manera brusca. Vayamos poco a poco. Apoyándonos en lo que queremos mantener y nos gusta, en ese espacio de seguridad que nos da lo conocido, pero avanzando hacia el cambio, hacia lo que conocemos un poco menos. Transformemos el miedo en fortaleza para seguir.
- Confianza en uno mismo. Si confías en otras personas, ¿por qué, a veces, no eres capaz de confiar en ti? Aprende a mirarte como si miraras a tu mejor amigo. Así serás capaz de ver todas las cosas buenas que tienes dentro y que pueden ayudarte a conseguir lo que deseas, a salir de esa complicada situación, de ese mal momento, de ese bache inesperado.
- Pongamos orden y tracemos una hoja de ruta. Es importante que nos marquemos pequeños objetivos que nos acerquen hacia ese cambio que nos va a ayudar a crecer emocionalmente, a tener y saber utilizar nuestras propias herramientas cuando se presente una situación complicada, a ser fuertes emocionalmente.
- Mantengamos cerca a nuestros apoyos emocionales. ¡Si! Es muy importante cuando contamos con esas herramientas externas, esos apoyos que nos hacen sentir bien, que nos acompañan y nos dan la fuerza necesaria para acometer ese cambio. Y para tenerlos cerca, hemos de cuidarlos, de mimarlos, de ser su apoyo también en muchas ocasiones…Muchas veces, cuando hacemos balance, siempre hemos recibido más apoyo del que hemos prestado.
Tenemos las herramientas, aunque en ocasiones creamos que no. Desterremos el ‘no puedo’, el ‘no soy capaz’… porque si somos capaces de encontrar en nuestro interior encontraremos todo lo que necesitamos para superar los retos y las dificultades a las que nos enfrentamos en la vida. Trabajemos esas herramientas emocionales, ese autoconocimiento que nos permita decir ‘puedo hacerlo’, ‘soy capaz’, ‘voy a conseguirlo’… Y confiemos, confiemos en los que nos quieren y están a nuestro lado para ayudarnos a utilizar esas herramientas que tenemos.
¿Os atrevéis a encontrar vuestras herramientas emocionales? Y si la respuesta es sí. ¿Os atrevéis a utilizarlas para seguir creciendo como persona?