¡Construye una vida de la que no necesites escapar!

Hoy quiero reflexionar y quiero que reflexionéis conmigo sobre nuestra vida, sobre vuestra vida, sobre tu vida. Porque la idea que persigo es que nos atrevamos a construir una vida de la que no necesitemos escapar. ¿Qué os parece? ¿No sería fantástico levantarse un lunes por la mañana con ganas, con alegría, con mucha ilusión? ¿No sería maravilloso ir cada día al trabajo ilusionado? ¿Hacer la comida cada día con cariño? ¿Disfrutar del paseo hasta el colegio de la mano de tu hija? ¿No sería maravilloso VIVIR? ¡Sí! Con mayúsculas y cada día de nuestra vida. ¿Lo intentamos?

Cada vez que pregunto a alguien ¿Qué tal? ¿Cómo estás?…y me contesta ¡bien!, ¡tirando!, ¡esperando las vacaciones!, ¡deseando que llegue el fin de semana!…me entristezco. Porque veo una vida desperdiciada. Veo momentos de felicidad, pero no plenitud…no felicidad plena, no siento el disfrute de un trabajo bien hecho, de una relación maravillosa, de la lectura de un buen libro, de una buena comida en buena compañía.

Y te quiero preguntar:

¿Qué hace que te brillen los ojos?

¡Seguro que lo recuerdas! Eso que al pensar en ello te arranca una sonrisa, eso que te deja por un momento perdido en tus ensoñaciones… ¿Y por qué no construyes tu vida en torno a eso? ¿Por qué no construyes tu vida en torno a esa sensación de plenitud? ¡Te aseguro que es posible! Encontrar ESO en tu trabajo qué amas, ESO en tu trabajo que te hace crecer como persona y proyectarte hacia los demás. Compartir tu tiempo con personas que te llenan, que te enriquecen, con las que puedes hablar y a las que puedes amar, con personas que te necesitan. Pero hay que proponérselo. Y lo primero que tenemos que hacer es salir de nuestra zona de confort. Porque a veces, en muchas ocasiones, nos encontramos demasiado cómodos donde estamos…con esa vida a medias, con esa vida de fin de semana, de vacaciones, con esa vida ‘de trámite’. ¿De verdad que es lo que quieres?

¿O prefieres disfrutar de cada segundo de tu vida? ¡Atrévete! Sal de tu zona de confort. Busca esa pasión que hace que te brillen los ojos y enfócate en conseguir dedicarte a ella. ¡Olvídate del qué dirán y rodéate de quien de verdad te quiere y te enriquece como persona! Deja de lado por un día el orden y diviértete con tus hijos. ¡Sal a dar ese paseo, deja el móvil en casa! Y luego…piensa, anota, dilo en voz alta ¿Cómo te has sentido?

Y a partir de ahora… ¡hazlo más a menudo! Disfruta de esas pequeñas acciones que te van conduciendo hacia tu meta. Es el primer paso para construir esa vida de la que no necesites escapar…esa vida llena de momentos, de disfrute, de pasión, de trabajo y de recompensas.

¿Empezamos a construir?