¿Cuánto protagonismo tiene el amor en tu vida?
Esta semana quiero escribir sobre el amor. Esa parte fundamental de nuestra vida que, en ocasiones, descuidamos. Porque el amor hace que merezca la pena cada día de nuestra vida. ¿Cómo os sentís cuándo notáis el amor de los que os rodean? ¿Qué experimentáis cuando os sentís queridos, cuándo alguien os dedica su tiempo? ¿Cuándo os dan un abrazo de verdad? Y, sobre todo, ¿qué sentís cuando sois vosotros los que repartís amor sin esperar nada a cambio? ¿A qué es una sensación maravillosa?
¡Pues bien! En este mes de febrero, el mes del AMOR con mayúsculas, quiero recordaros esa sensación de plenitud que nos embarga cuando somos causantes de la dicha de otra persona. Porque no existe un acto de generosidad más grande que el amor. Olvidarse de uno mismo y centrarse en el bienestar de los demás… ¡qué grande! ¿no os parece? Y ¡qué bien nos hace sentir!
Y como me encanta escuchar historias, hoy también quiero compartir con vosotros este cuento que he encontrado sobre el amor y el tiempo:
“Había una vez una isla muy linda y de naturaleza indescriptible, en la que vivían todos los sentimientos y valores del hombre; El Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría,… el AMOR.
Un día se anunció a los sentimientos que la isla estaba a punto de hundirse.
Entonces todos prepararon sus barcos y partieron. Únicamente el AMOR quedó esperando solo, pacientemente, hasta el último momento.
Cuando la isla estuvo a punto de hundirse, el AMOR decidió pedir ayuda.
La riqueza pasó cerca del AMOR en una barca lujosísima y el AMOR le dijo: “Riqueza… ¿me puedes llevar contigo?” – No puedo porque tengo mucho oro y plata dentro de mi barca y no hay lugar para ti, lo siento, AMOR…
Entonces el Amor decidió pedirle al Orgullo que estaba pasando en una magnifica barca. “Orgullo te ruego… ¿puedes llevarme contigo?
No puedo llevarte AMOR… respondió el Orgullo: – Aquí todo es perfecto, podrías arruinar mi barca y ¿Cómo quedaría mi reputación?
Entonces el AMOR dijo a la Tristeza que se estaba acercando: “Tristeza te lo pido, déjame ir contigo”. – No AMOR… respondió la Tristeza. – Estoy tan triste que necesito estar sola.
Luego el Buen Humor pasó frente al AMOR, pero estaba tan contento que no sintió que lo estaban llamando.
De repente una voz dijo: “Ven AMOR te llevo conmigo”. El AMOR miró a ver quien le hablaba y vio a un viejo.
El AMOR se sintió tan contento y lleno de gozo que se olvidó de preguntar el nombre del viejo.
Cuando llegó a tierra firme, el viejo se fue. El AMOR se dio cuenta de cuánto le debía y le pregunto al Saber: “Saber, ¿puedes decirme quien era el que me ayudo?”.
-“Ha sido el Tiempo”, respondió el Saber, con voz serena.
-¿El Tiempo?… se preguntó el AMOR, ¿Por qué será que el Tiempo me ha ayudado?
Porque solo el Tiempo es capaz de comprender lo importante que es el AMOR en la vida”.
Con este bellísimo cuento me encantaría animaros a que no desperdiciéis ni un día, ni una hora, ni un minuto de vuestra vida sin demostrar el amor por los que os rodean. ¡No seáis tacaños con vuestros sentimientos! Por favor, abrazad, besad, decidle a esa persona que es importante para vosotros aunque creáis que ya lo sabe, llamad por teléfono a vuestro padre, a vuestra madre y decidle ‘te quiero’… que no sea el tiempo el que tenga que recordarte que es tarde. ¡Hacedlo ya!
Y para finalizar, me gustaría haceros una pregunta:
¿Cuánto protagonismo tiene el amor en vuestra vida?
!Es el fundamento de mi vida! pero con la definición que Vd. da, no con la deformación actual de la palabra “Amor”.
¡Magnífico! Gracias por tu comentario. ¡Un abrazo!