¿Tienes propósitos? ¿Vas en la dirección correcta?
¿Os acordáis de que hace un par de semanas hablábamos de propósitos? Pues esta semana me gustaría preguntaros si creéis que estáis trabajando en la dirección adecuada para conseguir ese propósito, para alcanzarlo, para sentiros satisfechos y ver cómo poco a poco se van cumpliendo los pasos que os habíais marcado y que os conducen hacia ellos.
Voy comenzar contando una historia que me parece muy adecuada para sobre lo que hoy quiero reflexionar:
“Había una vez un hombre que decidió cavar un pozo en un amplio terreno que poseía. Tras pensar dónde realizar la obra, eligió un lugar y profundizó hasta cinco metros. Sin embargo, no encontró agua.
El hombre, pensando que aquél no era el sitio idóneo, buscó otro lugar y se esforzó más, llegando hasta los siete metros, pero tampoco esta vez halló agua. Entonces, decidió probar una tercera ocasión, en distinto lugar, y cavar aún mucho más, pero cuando llegó a los diez metros, concluyó que en su terreno no había agua, y que lo mejor era venderlo.
En pocos días, un hombre se presentó llamado por la oferta y lo compró, sin dudarlo.
Pasó un tiempo y, un día fue a visitar al comprador del terreno para comprobar cómo le iba. Cuál fue su sorpresa cuando se encontró con un hermoso pozo.
– “Amigo, mucho has tenido que cavar para encontrar agua. Recuerdo que yo piqué más de veinte metros, y no encontré ni rastro”, dijo el recién llegado.
– “Te equivocas”, contestó el aludido. “La verdad es que yo sólo cavé doce metros, creo que la diferencia está en que siempre lo hice en el mismo sitio.”
¿Os imagináis la cara de sorpresa del hombre?
Pues, en ocasiones, he visto esa cara de sorpresa en la vida real. Amigos me han comentado: ¡Mira qué éxito ha tenido en ese negocio y yo lo tenía en mente antes que él!; ¡Yo también estuve preparando esa oposición, pero al final encontré otro trabajo y la dejé!… Son casos de personas que tenían un objetivo, un sueño, una idea…pero ¿sabes qué? No se la creyeron, no perseveraron en ella, no trazaron un plan de acción para conseguirla. Como el hombre del pozo, se cansaron a mitad o desviaron la dirección y se pusieron a cavar en el lugar equivocado o, en el peor de los casos, ni la comenzaron.
Por eso me gustaría que os hicierais una pregunta. ¿Estáis trabajando en la dirección que os va a llevar hacia vuestra meta, hacia vuestro propósito que os marcasteis al comenzar el año?
Si la respuesta es ¡sí!, enhorabuena. Sólo os puedo animar a continuar y a no dejarlo. A ir contando los pasos y los logros que habéis ido consiguiendo. Y felicitaros por ello.
Si la respuesta es ¡no! ¡Tranquilos!, lo bueno de revisar una estrategia es que podemos modificarla para enderezarla y dirigirla hacia la meta correcta, hacia ese propósito, ese objetivo que os habéis marcado y que queréis conseguir. Pensad, estudiad, planead y trazad una dirección que os enfoque hacia la meta.
Si el hombre del pozo hubiera perseverado, si se hubiera enfocado en su objetivo, posiblemente hubiera conseguido obtener agua y construir su ansiado pozo.
Mirad, en ocasiones nos falta eso: enfocarnos y perseverar. Y es importante para trabajar estos dos valores pararse a pensar en el objetivo (porque hay que tenerlo muy claro) y en los pasos que hemos de dar para lograrlos. Y así ir poco a poco. Porque con cada paso que debemos, tenemos la recompensa que nos impulsa a seguir.
Así que en este post te invito a que realices dos tareas:
- Retoma tu propósito de Año Nuevo, estudia y anota los pasos que tienes que ir dando. Ve señalando o tachando esos pasos según los vayas cumpliendo. Poco a poco te acercarás a la meta.
- Si algún paso no es el adecuado. No te desanimes. Vuelve al paso anterior y traza el nuevo camino. La perseverancia te ayudará a alcanzar lo que tanto deseas.
¿Os animáis a caminar hacia vuestro propósito? ¿Os animáis a trazar un mapa hacia vuestros sueños?
https://www.youtube.com/watch?v=3ndm_UcoTbQ
“Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
De otro modo, no empieces siquiera.
Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
Tal vez suponga perder novias, esposas,
parientes, empleos y quizá la cabeza.
Ve hasta el final.
Tal vez suponga no comer durante 3 o
4 días.
Tal vez suponga helarte en el
banco de un parque.
Tal vez supongo la cárcel,
Tal vez suponga mofas, desdén,
aislamiento.
El aislamiento es la ventaja,
todo lo demás es un modo de poner a prueba tu
resistencia, tus auténticas ganas
de hacerlo.
Y lo harás a pesar del rechazo y las
ínfimas probabilidades
y será mejor que cualquier otra cosa
que puedas imaginar.
Si vas a intentarlo ve hasta el final.
No hay sensación parecida.
Estarás a solas con los
dioses y las noches arderán en
llamas.
Hazlo, hazlo, hazlo.
Hazlo.
Hasta el final.
Hasta el final.
Llevarás las riendas de la vida hasta
la risa perfecta, es la única lucha digna
que hay. ”
Charles Bukowski