Tu vida está en tus manos
¿Qué vas a hacer hoy por llevar la vida que quieres llevar? Cada mañana, cuando te levantes ¡hazte esta pregunta! ¿Te atreves? Esta semana en mi post quiero contaros algo que, en ocasiones, nos resulta difícil aprender: encauzar la vida por uno u otro camino está en nuestras manos.
Es que mi pareja me corta las alas…, mis padres no quieren que me dedique a esto…, mi jefe me pone trabas…, no tengo tiempo porque nadie me ayuda en casa…, de pequeño ya me dijeron que yo no valgo para estudiar…, en mi familia no tenemos oído para aprender un nuevo idioma. ¿Os suena? ¡Seguro que sí! Porque la mayoría, por no decir todos, involucramos a otros para encontrar justificaciones y así dejar de hacer determinadas cosas. Los demás, las circunstancias, son nuestra excusa fácil en las que nos escudamos para no reconocer que somos nosotros los que tomamos la decisión de hacer o de no hacer algo.
El jefe, la pareja, la familia, la dotación genética… Si algunos de los sabios, periodistas, escritores, científicos, artistas, deportistas que tenemos en nuestro país y que son maravillosos se hubieran protegido con alguna de estas excusas nunca hubieran llegado al lugar en el que se encuentran ahora. A Rafa Nadal, al que sabéis que siempre me gusta poner de ejemplo, le detectaron una importante lesión en la rodilla y ¿se retiró?, ¿se lamentó?, ¿se rindió?, ¿lo dejó todo por la prescripción de los médicos? ¡No! Aprendió a jugar de nuevo, de otra forma para evitar que su lesión se agravara. ¡Y volvió a conquistar títulos en el Gran Slam!
Cuando a Irene Villa un atentado le cambió la vida con sólo 12 años ¿se hundió?, ¿pensó que su vida estaba acabada por culpa del terrorismo? ¡Al contrario!, peleó por tener una vida plena y en la actualidad es periodista, escritora, psicóloga y formó parte del primer equipo español de esquí alpino en unos Juegos Paraolímpicos.
Seguro que todos vosotros conocéis a Juan Manuel Montilla, El Langui. Nació con una lesión cerebral por problemas durante el parto. Siempre ha sabido que sus dos pasiones eran la música y la interpretación. ¿Le frenó su lesión? ¿Le desanimó? Al contrario. Ha llegado a ganar un Goya como mejor actor revelación.
Hay un montón de ejemplos muy cercanos a cada uno de nosotros y seguro que tendréis muchos en la cabeza. Y todos ellos demuestran que lo que hagamos con nuestra vida sólo depende de nosotros, ¡está en nuestras manos! Así que, ¿por qué no dejamos de ponernos excusas, de colocar nuestras decisiones en manos de otros? ¿por qué no nos preguntamos cada mañana: qué voy a hacer hoy por llevar la vida que quiero llevar?
Como sabéis, me encanta buscar y compartir cuentos que pueden ayudar a comprender un poco más el significado de mis palabras. Hoy he encontrado uno de autor anónimo que se llama ‘La Mariposa Azul’. Os invito a leerlo.
“Cuentan una historia de un hombre viudo que vivía con sus dos hijas, que eran muy curiosas e inteligentes.
Las niñas siempre hacían muchas preguntas. Alguna de ellas, el padre las respondía, aunque de otras desconocía la respuesta.
Como pretendía ofrecerles la mejor educación mandó a las niñas de vacaciones con un anciano sabio que vivía en lo alto de una colina.
El sabio siempre respondía a todas las preguntas que le formulaban las curiosas niñas sin ni siquiera dudar.
Impacientes, las niñas decidieron inventar una pregunta que él no sabría responder.
Finalmente, a una de ellas se le ocurrió que podría engañar al sabio y cogió una linda mariposa azul.
‘¿Qué vas a hacer?’-preguntó la hermana.
‘Voy a esconder la mariposa en mis manos y preguntarle al sabio si está viva o muerta’, respondió la niña. ‘Si él dijese que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva la apretaré y la aplastaré’, añadió
‘Así, cualquiera que sea su respuesta, ¡Será una respuesta equivocada!’, se congratuló.
Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio, que estaba meditando.
-‘Tengo aquí, entre mis manos, una mariposa azul’, dijo la pequeña. ‘Dígame, sabio ¿está viva o muerta?’
Muy pacientemente el sabio sonrió y respondió:
‘Depende de ti… Ella está en tus manos’.”
Al igual que en este cuento la mariposa azul, así es nuestra vida. Está en nuestras manos y somos nosotros los que escogemos cada día qué hacemos con ella. Por eso, cuando tengas la tentación de buscar excusas o justificar el porqué no haces algo recuerda a la mariposa azul y sobre todo cuando conquistes algo ten muy claro que tú eres el responsable ¡eso te impulsará a continuar!
Y tú, ¿qué vas a hacer hoy por llevar la vida que quieres llevar?