¿Qué es lo necesario en tu vida? ¿Te distraes de tus objetivos?
¿Distingues lo que es necesario en tu vida? ¿Eres capaz de centrarte en lo importante? ¿Tiendes a olvidar cuál es tu propósito de vida? Esta semana quiero que reflexionemos acerca de un comportamiento muy común en casi todos nosotros: dejarnos distraer por cosas irrelevantes. Un comportamiento que se refleja muy bien en un cuento atribuido a Buda, ‘La parábola de la flecha envenenada’ que el maestro contó a uno de sus discípulos:
“Hubo una vez un hombre que fue alcanzado y herido gravemente por una flecha envenenada. Sus familiares y amigos se afanaban por procurarle atención médica, pero el enfermo se negaba, diciendo que antes quería saber el nombre del hombre que lo había herido, la casta a la que pertenecía y su lugar de origen. Quería saber también si ese hombre era alto, si era fuerte, tenía la tez clara u oscura y también deseaba conocer con qué tipo de arco le había disparado. Necesitaba saber también si la cuerda del arco estaba hecha de bambú, de cáñamo o de seda. Insistía en que necesitaba saber si la pluma de la flecha provenía de un halcón, de un buitre o de un pavo real… Y preguntándose si el arco que había sido usado para dispararle era un arco común, uno curvo o uno de adelfa y todo tipo de información similar, el hombre murió sin ni siquiera llegar a saber ninguna de las respuestas”.
¿Qué os parece la actitud del hombre herido? Absurda, ¿verdad? Pues, aunque os parezca mentira en muchas ocasiones -sino en la mayoría- es nuestra actitud del día a día. Todos sabemos que nuestra vida tiene un final y, sin embargo, nos empeñamos en estar pendientes de cosas y hechos irrelevantes. De multitud de cosas y de detalles que nos distraen del verdadero sentido de nuestra vida.
Por eso, os invito a reflexionar sobre ello y os repito la pregunta con la que he iniciado este post.
- ¿Qué es verdaderamente necesario en vuestra vida?
Seguro que si nos paramos a pensar en lo verdaderamente importante encontramos a la familia, al bienestar y a la salud…, a los amigos, a un trabajo con el sentirnos realizados, a nuestro tiempo libre vivido en compañía…. Entonces… ¿por qué nos empeñamos en detalles insignificantes? ¿Por qué prestamos atención a esos sucesos diarios que son capaces de amargarnos el día entero? Nos pone de mal humor descubrir una raya en la carrocería del coche, no encontrar la camisa que queremos, que el compañero de trabajo nos haya saludado con una cara rara o que nos hayan arrebatado ese proyecto.
Cuando el día se nos tuerce, se nos estropea por una de esas situaciones, sólo nosotros somos capaces de enderezarlo y de impedir que nos afecte, que nos dañe… ¿Cómo hacerlo?
- Dejando de lamentarnos. ¡No sirve de nada! Sólo nos quitará tiempo y energía para salir de la situación en la que nos encontramos.
- ¡Sí!, en lugar de dar vueltas a la situación que nos ha dañado (a esa flecha envenenada) hay que buscar qué es lo que podemos hacer para salir de esa situación. ¡Actúa! ¡Busca la solución! Y si no hay solución, ¿de qué sirve lamentarse?
- Elimina las distracciones. ¿Qué importa el motivo por el que te han querido hacer daño? Lo importante es ser capaz de salir a flote y de aprender para no volver a ser alcanzado por esa flecha envenenada y así poder seguir trabajando por el verdadero sentido de nuestra vida.
Del mismo modo, esta parábola puede ayudarnos a cambiar de actitud y disfrutar un poco más del momento presente, del aquí y del ahora, y de no dejarnos distraer por el futuro ni por el pasado. Aprovechar cada momento como si fuera el último… (al contrario de lo que hizo el hombre alcanzado por esa flecha que vivió sus últimas horas de vida buscando respuestas y sin darse cuenta de que iba a morir y que poco le iban a importar esas respuestas).
Os propongo que cuando os distraigáis con cosas que os están alejando del verdadero sentido que le queréis dar a la vida recordéis a ese hombre alcanzado por la flecha envenenada…
- ¿De verdad queréis pasar vuestra vida preocupados por nimiedades?
Os invito a dejar de estar pendientes de lo irrelevante y a ser plenamente conscientes de nuestra vida, cada segundo, cada minuto, cada día… y responder a la pregunta:
- ¿Qué es lo verdaderamente necesario en vuestra vida?
Excelente post mi querido Luis, gracias!
Gracias a ti por estar ahí
Claridad máxima en tu mensaje, Muchisimas gracias por compartiirlo. Un abrazo.
Muchas gracias Modesto