Éxito. ¿Crees que existe un secreto para conseguirlo? ¿Consideras que es igual para todas las personas? ¿Crees que para ti tener éxito tiene el mismo significado ahora que cuando empezabas a estudiar, a trabajar, a formar una familia, a viajar…?

¡Por supuesto que no! Nunca me atrevo a hablar del éxito, así en general, porque creo que el sentimiento del éxito es muy personal. Cada uno de nosotros consideramos el éxito de diferente forma.

Hoy quiero comenzar el post con un cuento, ‘El secreto del éxito’:

“En una ocasión, un discípulo le preguntó a su maestro acerca del secreto del éxito. El maestro, después de reflexionar en silencio, le pidió que lo esperase al amanecer en la orilla del río para darle la respuesta.

Al día siguiente, justo antes del amanecer, el discípulo encontró a su maestro enfrente de la orilla del río. Sin mediar palabra, haciendo un pequeño ademán de que lo siguiera, empezó a adentrarse poco a poco en el río.

El agua comenzó a subir de los tobillos a las rodillas, de éstas a la cadera y, finalmente, hasta el pecho. Justo cuando estaba a punto de cubrirle el rostro, su maestro lo tomó y lo hundió con vehemencia bajo el agua. Empezó así una lucha feroz por emerger a la superficie, pero la fuerza de su maestro era tal que se lo impedía.

Finalmente, después de varios segundos en los que el joven creyó que iba a morir, el maestro dejó que subiera hasta la superficie a por una bocanada de aire. Lo llevó a la orilla y le preguntó:

• ¿Qué era lo que más deseabas al estar sumergido?
• ¡Respirar!, contestó casi sin aliento el joven discípulo.

A lo que el maestro dijo: 

• Ahí tienes el secreto para conseguir el éxito. Deséalo tanto como deseabas respirar aire el día de hoy. Cuando lo hagas, lo obtendrás.”

Para conseguir el éxito, sin duda, hay que desearlo. Por eso, creo que es importante que, antes de ponerse manos a la obra, pensemos ¡de verdad! ¿qué es para nosotros tener éxito? Porque, de lo contrario, puede que estemos empleando demasiada energía, demasiados recursos en perseguir un ideal de éxito que no es el nuestro.

¿Creéis que el éxito es acumular bienes? ¿Tener el último modelo de móvil? ¿El mejor coche, la casa más cara o la ropa más costosa?

Insisto en que el éxito es algo muy personal, pero creo que tiene un denominador común que no debemos olvidar: creo que nos podemos considerar personas con éxito en la vida cuando somos capaces de disfrutar de lo que hacemos, cuando todos los días nos podemos sentir satisfechos con nuestro trabajo, con nuestra familia, cuando hemos sido capaces de ayudar a alguien a encontrarse un poco mejor o, simplemente, hemos arrancado la sonrisa a esa persona que hacía tanto tiempo que no sonreía.

Si preguntaras a un joven adolescente: ¿qué es para ti el éxito? Posiblemente contestaría que es ser como ‘tal’ futbolista o como ‘ese’ youtuber, esa cantante, ese influencer… porque son famosos, tienen dinero, visten ropa de marca, viajan donde quieren y pueden comprar lo más caro.

Si le preguntaran a ese joven dentro de unos años, con 30 o 40 años, posiblemente alineara el éxito con el reconocimiento laboral o profesional. Tener éxito sería estar en lo más alto de su profesión, ser reconocido por los demás, ganar mucho dinero para vivir holgadamente con su familia…

Si le preguntaran a ese joven, ya un anciano de 80 años, la respuesta mayoritaria sería que para él es haber creado una red familiar o de amigos maravillosa que le acompaña en los últimos años de su vida. Sentirse querido y poder abrazar y querer a los demás mientras ve cómo van forjando sus vidas, creando su propio éxito a diario.

¿Os dais cuenta? El concepto de éxito cambia a lo largo de nuestras vidas. Por eso, en lugar de pensar constantemente en ‘eso’ que nos haría tener éxito ¿por qué no empezamos a sentirnos personas exitosas cada día? ¿Por qué no empezar a reconocer todas esas cosas que nos hacen tener éxito? ¿Por qué no empezar a disfrutar de nuestro día a día con todos sus éxitos?

Os propongo que, desde hoy, os consideréis personas con éxito. Porque tenéis una familia maravillosa que os quiere y con la que podéis compartir momentos de alegría, porque sois capaces de sacar adelante vuestro trabajo con la mejor de las caras, porque os acompaña la salud, porque… ¡hay tantas cosas en nuestra vida! ¿Verdad? Y que vuestra tarea, a partir de hoy, sea trabajar por mantener esa actitud ante la vida, la que os hará disfrutar del éxito cada día y dejar de preocuparos por conseguirlo ¡si conseguís mantener esa actitud ante la vida, ante el día a día, el éxito es vuestro!

¿Os dais cuenta de lo que podemos conseguir si cambiamos la manera que tenemos de enfocar las cosas? ¿Qué cambiando de actitud podemos disfrutar de cada momento de nuestra vida y dejar de pensar en lo que nos falta para conseguir el éxito?

Vuestra actitud es la que determina el éxito en la vida. Si existe un secreto para el éxito, sin duda es la actitud con la que afrontamos nuestro día a día. ¿Cuál es la tuya?

¿Te animas a vivir tu éxito diario? ¿Te atreves a cambiar de actitud?